Una óptima nutrición es vital para el bienestar de nuestros hijos, asegurando que tengan los componentes básicos necesarios para una buena salud. Hacer cambios en la dieta y el estilo de vida, incluso solo un paso a la vez, puede marcar la diferencia, ya que la nutrición tiene el poder de mejorar no solo su salud general, sino también reducir las infecciones, mejorar la memoria y el comportamiento. No podemos proteger a nuestros hijos del mundo exterior, pero podemos darles los cimientos correctos, para que se protejan y tengan un futuro feliz y satisfactorio, sobre todo, en épocas de mayor demanda como el invierno.
A medida que los niños crecen, es importante satisfacer sus necesidades nutricionales para ayudar a mantener sus huesos sanos, nutrir el cerebro y desarrollar su sistema inmune, especialmente, en períodos de mayor vulnerabilidad o presencia de virus e infecciones.
Los Nutrientes clave a considerar en niños son:
- Vitaminas y minerales, especialmente Zinc para apoyar el crecimiento y sistema inmune, vitamina D, vitamina C y Calcio.
- Ácidos grasos esenciales para apoyar el desarrollo cerebral y manejar procesos inflamatorios (Omega 3)
- Suplementos Probióticos de microorganismos vivos que habitan naturalmente en el intestino y favorecen la digestión e inmunidad (defensas)
Las instituciones de salud, recomiendan la suplementación de vitaminas A, C y D diaria en lactantes que se alimentan por lactancia materna. Los suplementos de microorganismos vivos son un excelente complemento para lactantes BIOFLORA, sobre todo, si son alimentados por fórmula láctea artificial y queremos fomentar el desarrollo de bacterias benéficas en su intestino. En el caso de preescolares y escolares, se recomienda complementar su alimentación (sobre todo si existen déficit) con un suplemento de vitaminas y minerales, ácidos grasos esenciales OMEGA CARE y microorganismos vivos MINDLINX POWDER. (Ver Pack niños)
Desafíos de invierno
Cuando llega el invierno podemos asegurarnos de proporcionar a nuestros hijos las herramientas necesarias para enfrentar esta etapa del año apoyando su inmunidad y defensas previniendo el contagio de virus y bacterias dañinas.
Inmunidad
La inmunidad es la forma en que nuestro organismo se defiende contra virus y bacterias. ¿Sabías que lo más importante para apoyar la inmunidad de tus hijos es cuidar y repoblar sus bacterias intestinales? Los niños son muy propensos a las infecciones del tracto respiratorio superior, que incluyen la otitis, amigdalitis, bronquitis y resfrío común. Ciertos factores como el estrés, mal dormir, deficiencias nutricionales y la baja diversidad de bacterias intestinales pueden hacerlos aún más vulnerables.
La exposición a ciertos gérmenes es necesaria para el desarrollo del sistema inmune de los niños. Dejemos que ellos se mantengan curiosos, juguetones y pasen tiempo al aire libre en contacto con la tierra y sus insectos. Esto será vital para fomentar un desarrollo inmune saludable, que sepa cuando luchar frente a un agente agresor e ignorar la exposición a alérgenos o virus comunes. Cuando nuestro sistema inmune está mal programado, puede ser reactivo a alérgenos comunes y causar estados febriles, de asma y eczema.
Podemos tomar medidas para apoyar a nuestros niños aportando bacterias benéficas para su intestino iniciando una dosis diaria de suplementos probióticos los cuales nos ayudarán para mantener a raya virus y bacterias dañinas, y fortalecerán su sistema inmune de defensas.
Otros nutrientes que pueden ayudar a prevenir infecciones en niños son los que fortalecen la barrera intestinal (especialmente la vitamina A) y estimulan la actividad de las células inmunes. La vitamina D mejora la respuesta contra una variedad de invasores e inhibe el desarrollo potencial de autoinmunidad al regular la activación inmune y la presentación de antígenos. También tiene efectos antiinflamatorios e inmunorreguladores, lo que respalda aún más el sistema inmunitario. De hecho, los niños con niveles bajos de vitamina D experimentan una infección de mayor duración y la deficiencia se ha relacionado con cuadros de amigdalitis frecuentes. Un estudio demostró que a una dosis de 300 ui por día de vitamina D en niños, disminuyo el riesgo de desarrollar infecciones agudas del tracto respiratorio durante el invierno. El zinc aumenta la acción de las células inmunes y la vitamina C es clave para el manejo y la duración de cuadros infecciosos.
No olvidemos las propiedades de las grasas "esenciales", especialmente las omega-3 que son tan importantes para la función cerebral y el estado de ánimo. El cuerpo no puede producir estas grasas y deben obtenerse de la dieta. Los aceites de pescado en particular proporcionan altos niveles de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Estos son particularmente importantes para la salud ocular, la memoria, el estado de ánimo y el comportamiento. Sus efectos antiinflamatorios apoyan potencialmente una variedad de afecciones, desde obesidad hasta asma.
¿Sabía que las bacterias intestinales desequilibradas o el intestino permeable también pueden afectar la atención, el comportamiento y el estado de ánimo de los niños? Esto se debe a que las bacterias beneficiosas en nuestro intestino pueden interactuar con la producción de neurotransmisores. Los neurotransmisores son esenciales para el estado de ánimo y el comportamiento. De hecho, ciertas investigaciones han demostrado que una baja diversidad y variedad de bacterias intestinales tienen una influencia directa en la capacidad de un niño de quedarse quieto, escuchar las instrucciones y concentrarse en las tareas que se le asignan.
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