¿CÓMO APOYAR LA SALUD INTESTINAL DE TU BEBÉ CON PROBIÓTICOS?
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¿Estás a la espera de un nuevo integrante en la familia? ¿Tu bebé nació recientemente y quieres darle el mejor comienzo? Una de las mejores cosas que puede hacer es cuidar de los 4,4 billones de bacterias que viven en su intestino.
Nos gustaría contarte cómo los suplementos probióticos pueden apoyar el sistema inmunológico, la digestión y el desarrollo de tu bebé desde el nacimiento y durante la niñez.
PERO PRIMERO DEBEMOS ENTENDER, ¿QUÉ ES EL MICROBIOMA?
Existen aproximadamente 39 billones de organismos microbianos que viven en el cuerpo humano de un adulto y se los conoce como Microbioma. El tener una comunidad tan grande de microorganismos viviendo dentro de nosotros puede sonar algo aterrador, pero hoy sabemos que hemos evolucionado en conjunto y que dependemos unos de otros para vivir en equilibrio. Estos microorganismos, también llamados probióticos, viven, se alimentan y se reproducen en nuestro intestino, y su actividad apoya nuestra salud de múltiples formas.
¿CÓMO SE DESARROLLA EL MICROBIOMA?
Hasta hace poco, se creía que la primera exposición de un bebé a las bacterias se producía durante el nacimiento. Pero un estudio reciente ha identificado un microbioma placentario único con el que el bebé ya está en contacto en el útero. Sin embargo, el impacto de este microbioma aún no está claro, y todavía se cree que la exposición más significativa es al microbioma vaginal de la madre durante el parto natural o al entorno hospitalario en el caso de un parto por cesárea. Esta exposición inicial determinará la composición del intestino del bebé y es crucial para permitir que las bacterias beneficiosas lo colonicen y ayuden a desarrollar la inmunidad del recién nacido.
La dieta del bebé y la exposición al medio ambiente en los primeros meses y años continúan dando forma al microbioma hasta alrededor de los 3 años de edad, después de lo cual, se instala un microbioma de tipo adulto. Una vez completamente establecido, la composición de este microbioma es relativamente estable, pero puede verse afectado por el uso de antibióticos, infecciones y una gran cantidad de factores dietéticos y de estilo de vida.
¿QUÉ PUEDE AFECTAR AL MICROBIOMA DEL BEBÉ?
Como ya se mencionó, el primer factor que afecta el microbioma del bebé es el método de nacimiento. En comparación con los bebés nacidos por vía vaginal, los bebés nacidos por cesárea tienen poblaciones reducidas de Bifidobacterium, un tipo de bacteria asociada con beneficios para la salud general y especialmente para el sistema inmunológico.
La forma en que se alimenta a un recién nacido también puede tener un gran impacto en el desarrollo del microbioma intestinal durante los primeros meses de vida. La leche materna informa al sistema inmunológico del bebé sobre el medio ambiente y proporciona bacterias beneficiosas que se transfieren del intestino de la madre a las glándulas mamarias. La leche materna también contiene grandes cantidades de oligosacáridos (Galactooligosacáridos), un tipo de carbohidrato, que funciona como prebiótico (alimento) para las bacterias beneficiosas en el intestino, generando un efecto simbiótico y ayudando a promover su actividad. Estos microorganismos probióticos y prebióticos no se encuentran presentes de forma abundante en el caso de lactantes que son alimentados con formula láctea y esto puede influir directamente en su salud intestinal.
El uso temprano de antibióticos también puede reducir el número y la diversidad de bacterias beneficiosas en el intestino del lactante, siendo fundamental evitar su consumo innecesario.
¿CÓMO AFECTA LA SALUD INTESTINAL NUESTRA INMUNIDAD Y SALUD GENERAL?
Un microbioma equilibrado y diverso es esencial para ayudar a programar el sistema inmunológico de los bebés recién nacidos, de modo que sea capaz de responder a los patógenos, pero al mismo tiempo, no reaccionar de forma exagerada ante alérgenos ambientales o a los alimentos introducidos durante el destete.
Las bacterias beneficiosas forman una barrera física en el intestino y evitan que los patógenos ingresen al cuerpo. También mantienen alerta al sistema inmunológico para que pueda responder rápida y eficazmente a los invasores. Numerosos estudios han demostrado que cuando los niños reciben suplementos de probióticos, contraen menos resfriados e infecciones del tracto respiratorio y se recuperan más rápidamente cuando se enferman.
Un microbioma desequilibrado después del nacimiento por cesárea puede duplicar el riesgo de desarrollar intolerancias al huevo y la leche, y es un factor involucrado en el desarrollo tanto del eccema como del asma. El uso de antibióticos durante la infancia también puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades alérgicas, asma y enfermedad inflamatoria intestinal (EII) más adelante en la vida.
ENTONCES, ¿CÓMO MEJORAR EL MICROBIOMA DE TU BEBÉ?
Antes del nacimiento:
Lo primero que debes hacer si estás esperando un bebé es cuidar tu propio microbioma apoyándolo con probióticos adecuados durante el embarazo (Bioflora Cápsulas) y aumentando la ingesta de alimentos ricos en fibra, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Esto ayudará a asegurar que tu bebé reciba tus bacterias probióticas beneficiosas durante el parto y la lactancia. Si se planea o se realiza una cesárea en una emergencia, puedes darle a tu bebé un suplemento probiótico especial para lactantes (Bioflora) desde el nacimiento y así apoyar su microbioma intestinal repoblando con los microorganismos adecuados.
Nuestro probiótico Bioflora, proporciona 10 billones de microorganismos vivos con el exclusivo consorcio patentado de cepas Lab4B® (Lactobacillus Salivarius, Lactobacillus Paracasei, Bifidobacterium Bifidum, Bifidobacterium Animalis subsp. Lactis), el cual ha sido diseñado especialmente para reflejar un intestino sano en lactantes, entregando los microorganismos vivos presentes en bebes que han sido amamantados con leche materna.
Al nacer:
Puedes suplementar a tu bebé con probióticos bien investigados y seguros para su intestino aun inmaduro (Bioflora). Un estudio histórico encontró que los bebés suplementados con una mezcla de 4 cepas de bacterias Lab4B® (incluyendo Lactobacillus paracasei y salivarius), a 10 mil millones por día durante 6 meses tenían un 57% menos de probabilidades de desarrollar eccema alérgico que los que recibieron placebo y un 44% menos de probabilidades de desarrollar una reacción alérgica al polen, la leche de vaca, el huevo y los ácaros del polvo doméstico.
En los bebés prematuros, también se ha demostrado que la suplementación con probióticos reduce a la mitad el riesgo de una afección grave y mortal llamada enterocolitis necrotizante, que es común en los bebés prematuros.
En los primeros meses:
Una vez que tu bebé comience la alimentación complementaria, introduce lentamente una variedad de frutas y verduras ricas en fibras prebióticas como plátano y palta.
También puedes introducir alimentos fermentados en pequeñas cantidades que naturalmente contienen bacterias beneficiosas, como yogur orgánico o kéfir.
Por último, si su bebé necesita tomar antibióticos, darle un suplemento probiótico durante y después del tratamiento puede ayudar a reducir la alteración de las bacterias intestinales y el riesgo de efectos secundarios. Solo asegúrate de que tomen el suplemento probiótico al menos 2 horas antes de los antibióticos para proteger las bacterias beneficiosas.
Una manera excelente de apoyar la salud de su bebé es dándole un suplemento probiótico bien investigado que ha demostrado ser seguro y eficaz en los recién nacidos.
¿Tienes alguna pregunta? Puedes escribirnos a nutricion@biocarechile.cl
Valeria Riquelme
Nutricionista
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