LA ECUACIÓN DE LA ENERGÍA

LA ECUACIÓN DE LA ENERGÍA

La vida actual del ser humano está bajo una “crisis energética metabólica”. Hoy, la gente tiene un metabolismo energético disfuncional, presentando fatiga constante, altos niveles de estrés, aumento de peso preocupante y aparición de enfermedades crónicas a largo plazo. Cada vez son más las personas (y sobre todo jóvenes) que consultan a sus médicos por esta “fatiga inexplicable”. 


Aun así, los médicos y otros profesionales continúan su lucha en encontrar soluciones, limitándose a exámenes de sangre rutinarios para buscar posibles culpables (como una anemia).Pero por lo general los síntomas son subclínicos, y están relacionados con la complejidad de la energía de nuestro cuerpo, el manejo del estrés y el cómo nos desenvolvemos en el ambiente. 



La ecuación de la energía


El sistema nervioso juega un papel fundamental en el ciclo de sueño-vigilia, regulación del estado de ánimo, niveles general de actividad y excitación, la respuesta frente al estrés y la reproducción. Los neurotransmisores son mensajeros químicos que facilitan la señalización entre neuronas, siendo una parte del cerebro responsable de enviar comandos a diferentes partes del cuerpo. Cuando funcionan de manera efectiva, los  neurotransmisores (serotonina, dopamina, noradrenalina y GABA) permite que nos adaptemos y responder eficazmente a los factores estresantes, entrando en un estado activo (sistema simpático) o en descanso (sistema parasimpático).


La “lucha o huida” es una condición hecha por un aumento de cortisol y adrenalina, haciendo que el cuerpo esté alerta frente a  factores estresantes, lo cual es normal en momentos breves y sigue siendo esencial hoy en día, cuando nos  enfrentamos a amenazas. Estos factores solían ser ocasionales y consistían en depredadores animales o tribus que se acercaban, pero estos días rara vez nos enfrentamos a amenazas tan graves como aquellas. En cambio, nuestro cuerpo está constantemente estimulado por dispositivos, trabajo, relaciones y problemas de salud. Esto da como resultado niveles crónicamente altos de cortisol circulante, lo que genera estrés y ansiedad.


El eje intestino-cerebro se refiere a la señalización bidireccional entre el tracto gastrointestinal y el cerebro, que es vital para mantener el equilibrio interno.  El nervio vago es el nervio más largo del cuerpo y conecta el cerebro con el intestino, lo que permite que el cerebro influye en él y viceversa. Distintas investigaciones demuestran que diferentes cepas de bacterias pueden alterar la formación de vías neuronales críticas para la respuesta al estrés, lo que puede impactar en los síntomas de ansiedad. A menudo existe una alta relación entre la ansiedad y los trastornos gastrointestinales, incluido el síndrome del intestino irritable (SII), destacando que la escasa diversidad microbiana se asocia con la ansiedad.


La metilación es un proceso clave en el cuerpo y regula una variedad de procesos bioquímicos desde el crecimiento y la reparación de tejidos,  hasta la síntesis de ADN. Desempeña un papel clave en el sistema nervioso ayudando al metabolismo de los neurotransmisores, por lo que las personas que tienen problemas de metilación pueden a menudo experimentar problemas de salud mental.




Entonces, ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO? ¿ESTAMOS EN CONTRARIO CON NUESTRA NATURALEZA HUMANA?

Estamos viviendo un período único en la historia humana, donde la mayoría de nosotros tenemos fácil acceso a una gran variedad de alimentos. Desde una perspectiva evolutiva, la falta de acceso regular a los alimentos y la escasez estacional de carbohidratos, requerían que nuestro cuerpo desarrollara vías eficientes para almacenar y acceder fácilmente a la grasa corporal para obtener energía. Las células pueden adaptarse a diferentes tipos de sustrato que pueden usarse como "combustible" y diferentes células prefieren diferentes sustratos. Esta adaptación es crucial y se logra a través de varios mecanismos regulatorios involucrados en el control de la energía y su utilización.

Pero, ya no somos “cazadores acechando a su presa”. En cambio, comemos 24/7, con fácil acceso a los alimentos y quedamos con hambre constantemente. Una sobreabundancia de alimentos ricos en calorías y escasos en nutrientes ha llevado a una desconexión entre el hambre y las verdaderas necesidades fisiológicas:

  • Desregulación de glucosa en sangre
  • Las dietas ricas en carbohidratos refinados, bajas en grasas/proteínas y bajas en micronutrientes a menudo dan como resultado una mala adaptación metabólica, que va desde la hiperglucemia hasta la resistencia a la insulina. La insulina crónicamente elevada a menudo se correlaciona con la glucosa elevada ya que las células se vuelven menos sensibles a la señalización de la insulina. Los “sube y baja” de glucosa pueden provocar caídas de energía como resultado de la hipoglucemia reactiva. También puede provocar dislipidemia que aumenta el riesgo cardiovascular, problemas de testosterona en los hombres y un mayor riesgo de síndrome de ovario poliquístico (SOP) en las mujeres.

  • Metabolismo de la glucosa en sangre
  • El glucagón y la insulina ejercen influencias opuestas como parte de un sistema de retroalimentación que mantiene estables los niveles de glucosa en sangre. La glucosa estimula la secreción de insulina del páncreas, promoviendo la absorción de glucosa y aminoácidos de la sangre a las células. Las proteínas de transporte conocidas como transportadores de glucosa (GLUT) facilitan el transporte de glucosa a través de la membrana celular. La insulina también inhibe la secreción de glucagón, bloqueando la conversión de fuentes de energía distintas de los carbohidratos en glucosa. Este es presumiblemente un mecanismo de protección para los períodos de ayuno. Nuestros cuerpos parecen priorizar el almacenamiento de combustible en lugar de su liberación. Una disminución de la glucosa en sangre estimula el glucagón provocando la liberación de glucosa del glucógeno, la liberación de ácidos grasos de los triglicéridos almacenados y la estimulación de la gluconeogénesis.

  • Regulación de Energía Celular
  • Ahora que estamos bien alimentados, necesitamos entregar ese combustible a nuestras células, es decir, a nuestras mitocondrias, para convertirlo en energía. El objetivo final de la entrega de sustratos de combustible, como carbohidratos, proteínas o grasas, es la conversión a trifosfato de adenosina (ATP).  El ATP es en realidad un sistema de almacenamiento de protones (H+). La eliminación del grupo fosfato del ATP forma ADP y libera energía. Es esta reacción clave de 'fosforilación', el acoplamiento y desacoplamiento del fosfato, lo que impulsa las demandas de nuestro cuerpo.

  • Ineficiencia mitocondrial
  • Una serie de factores ambientales y fisiológicos pueden tener un efecto dañino en las mitocondrias. Esto incluye la carga tóxica y el estrés oxidativo. La exposición de alto o bajo nivel crónico a xenobióticos, alcohol y partículas de contaminación del aire puede interferir directamente con la producción de energía mitocondrial. Esto puede ser un problema mayor en un estado de bajos niveles de antioxidantes mitocondriales (superóxido dismutasa de manganeso, glutatión mitocondrial) que pueden ser causados ​​por deficiencias de nutrientes (manganeso, selenio, cisteína). La metilación también es un proceso crucial, ya que una de las enzimas mitocondriales (llamada  MTHFD2), es responsable de producir del 20 al 40 % de la energía celular. El ATP es más eficiente en presencia de oxígeno, por lo que estados bajos de oxígeno debido a anemia o mala circulación, pueden comprometer significativamente la producción de energía. Por último, las hormonas tiroideas son un regulador clave de la biogénesis y función mitocondrial, por lo que el hipotiroidismo puede ser un factor que contribuya a la disfunción mitocondrial.

  • Función Suprarrenal
  • El cortisol influye, regula o modula muchos de los cambios que ocurren en el cuerpo en respuesta al estrés. Los efectos del cortisol se sienten en casi todo el cuerpo, impactando en los mecanismos homeostáticos. Hay una interacción entre estos dos sistemas para manejar de manera inteligente una variedad de factores estresantes, con la adrenalina ejerciendo una respuesta rápida y poderosa y el cortisol brindando una respuesta de menor intensidad pero a más largo plazo. Los niveles elevados de adrenalina y cortisol se asocia con estados de ansiedad.

    Por el contrario, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) equilibra la acción excitadora y atenúa las respuestas simpáticas excesivas. Como tal, el GABA tiene un efecto calmante sobre nuestras emociones y evita que nos abruman en situaciones estresantes, al modular el cortisol, así como los niveles de adrenalina, noradrenalina, dopamina y serotonina, y promover eficazmente el modo parasimpático.

     

    Apoyar la Adaptación Energética


    1. Estados de ayuno: necesitamos pasar menos tiempo comiendo y más tiempo digiriendo. Esto podría significar eliminar colaciones entre comidas y concentrarse en 2 o 3 comidas principales basadas en alimentos reales, o para algunos podría significar ayuno intermitente o incluso una dieta cetogénica.

    1. Optimizar la regulación de la glucosa en sangre: si tiene problemas de glicemias o incluso de resistencia a la insulina, aumente la ingesta de cromo y magnesio, minerales implicados en este proceso. 

    1. Priorice el sueño: el sueño inadecuado es un factor de riesgo independiente de anomalías metabólicas, como la resistencia a la insulina y la hiperglucemia, y también reduce nuestra capacidad de resistencia al estrés.

    1. Regular la energía celular:  reduzca las agresiones mitocondriales, como la exposición a toxinas, la inflamación y el estrés oxidativo, y priorice el movimiento y ejercicio físico saludable, para  aumentar la cantidad de mitocondrias dentro de las células. Algunos suplementos de apoyo pueden ser el complejo b metilado y complejo de hierro. 

    1. Controla el estrés practicando la atención plena y la meditación. Aprende a estar más presente y apreciar las cosas simples de la vida. recuerda que el magnesio ayuda a calmarte y bajar ansiedades. 


    1. Apoye la producción de hormonas esteroides: la vitamina B5 (parte de las vitaminas del complejo B). Es esencial para la generación de energía celular. También es un cofactor para la producción de cortisol y, por lo tanto, puede respaldar la respuesta al estrés. La vitamina C funciona en sinfonía con la respuesta de las glándulas suprarrenales al estrés. Es necesario para la producción de hormonas esteroides y catecolaminas y puede mejorar la adaptación al estrés.


    Hasta cierto punto, la ecuación de energía es tan simple como energía que entra = energía que sale. Pero el metabolismo energético es complejo y su delicado equilibrio puede alterarse fácilmente, lo que provoca fatiga y enfermedades crónicas. Si alimentamos nuestro cuerpo adecuadamente, sin sobrealimentar, mientras optimizamos el metabolismo de la energía celular y apoyamos del cuerpo de forma equilibrada con el tiempo adecuado para descansar y recuperarse, podemos mejorar la adaptación energética y la resiliencia general.

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    4 comentarios

    Muy agradecida por la información la volveré a leer para entender mejor 👍

    Margarita Luisa Muñoz Yañez

    Que buen articulo… por favor de mis agradecimientos al autor del articulo, plantea una claridad única de conceptos y sus relaciones, se nota su sabiduría, hace rato que no leía algo con sentido entre los alimentos , alimentación , nutrición conectado con lo psicosocial y biológicos y diria aun mas, lo espiritual que tiene en el centro, cómo me RELACIONO consigo mismo y con el medio ambiente.
    En Chile la salud y la enfermedad solo se considera desde lo racional/ biológico como dogma. Un par de cuadrado en una malla de infinitas posibilidades ( rigidez dura), obviamente una mirada reductiva. Soy de los que creo, que esa matriz recibe el impacto de los psicosocial espiritual desde las relaciones, lo que uno decide libremente es cómo me relaciono según lo que pienso siento y hago, los estilos de vida. Entonces, ¿Cómo me relaciono conmigo, con el entorno cercano y mi medio ambiente? Entorno, al acto básico de comer y nutrir, descansar y buen dormir ? En condiciones normales y cuando no lo estoy , estrés cognitivo -emocional sostenido, por ejemplo…
    Agradezco a ustedes y sobre todo al autor. Podrían poner el nombre del autor por favor. Gracias
    Muy agradecido, saludos Ángel

    Angel Mella

    Solo agradecer la maravillosa informacion entregada

    Guillermo

    Excelente información, muchas gracias!!!

    Maureen van Oosterwyk

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